Adolescentes y jóvenes cubanos en los ámbitos de familia y pareja (2015-2019)
RESUMEN
Introducción:

Cuba transita por un contexto cambiante que impacta el escenario familiar. Ello exige nuevas miradas hacia las familias desde las Ciencias y la política. El lugar que ocupan adolescentes y jóvenes en los ámbitos de familia y pareja, y sus modos de interacción, contribuye al redimensionamiento de políticas de juventud.

Métodos:

Se utilizó un enfoque mixto y se realizó la triangulación de la información resultante de las técnicas aplicadas. La muestra fue representativa por grupos etarios y zonas de residencia. Se consideraron los enfoques de género y derechos.

Resultados y Discusión:

Sistematizada información científica sobre adolescentes y jóvenes en los ámbitos referidos. Fueron caracterizados modos de interacción de estas poblaciones atendiendo a relaciones afectivas, información/orientación y participación en estos espacios. Diseñado e implementado el programa de orientación “Aprendiendo a vivir en familia y pareja”, desde la metodología de la educación popular. Conclusiones, el estudio de problemáticas relacionadas con estas poblaciones, sin particularizar -suficientemente- en sus dinámicas, limita las posibilidades de comprender pautas de interacción que acontecen en estos contextos y propician la vulneración de algunos derechos. Caracterizar las interacciones de adolescentes y jóvenes en los escenarios de familia y pareja fue esencial para la acción de orientación, enfocada en sus necesidades más sentidas.

ABSTRACT
Introduction:

Cuba is going through a changing context that impacts the family sphere. This requires new perspectives towards families from science and politics. The place that adolescents and young people occupy in the sphere of family and couples, and their modes of interaction, contributes to the resizing of youth policies.

Methods:

A mixed approach was used and the information resulting from the applied techniques was triangulated. The sample was representative by age groups and areas of residence. Gender and rights approaches were considered.

Results and Discussion:

Scientific information on adolescents and young people in the referred areas has been systematized. Modes of interaction of these populations were characterized according to affective relationships, information/orientation and participation in these spaces. The orientation program “Learning to live as a family and as a couple” was designed and implemented from the methodology of popular education. Conclusions: Problems related to these populations are studied, without singling out -sufficiently- their dynamics. This limits the possibilities of understanding interaction patterns that occur in these contexts and leads to the violation of some rights. Featuring adolescents and young people interactions on the family and the couple sphere was essential in order to develop some guidance actions for bringing into focus their most meaningful needs.

Palabras clave:
    • adolescentes;
    • jóvenes;
    • familia;
    • pareja;
    • modos de interacción.
Keywords:
    • adolescents;
    • young people;
    • family;
    • couple;
    • modes of interaction.

INTRODUCCIÓN

La familia se considera referencia de vida de cada persona; es una estructura compleja que deja ver la relación dialéctica que tiene lugar entre individuo, grupo y sociedad. Es uno de los espacios donde las personas expresan sus emociones, establecen y mantienen vínculos afectivos, y manifiestan con mayor claridad e intensidad los conflictos humanos. A través de sus dinámicas, concebidas como un sistema de relaciones que implica que las conductas de los individuos sean interdependientes y, a la vez, mutuamente reguladas por un entramado de reglas implícitas y explícitas, provee a sus miembros de afectos, costumbres, valores, normas de comportamientos y principios. En este ámbito, igualmente se manifiestan relaciones de poder marcadas por variables como el género, la generación y los aportes económicos. Constituye, además, un entorno protector o vulnerador de algunos derechos de las generaciones jóvenes como son la participación, la libertad de expresión, la toma de decisiones, la protección y los derechos sexuales y reproductivos.

Para adolescentes y jóvenes este espacio de socialización es muy importante, en tanto debe ofrecerle oportunidades reales para desempeñar nuevos roles, que le permitan ejercitarse en el papel de adulto que tienen que asumir y alcanzar así una autonomía suficiente para su funcionamiento. Asimismo, debe ejercer una influencia positiva sobre los comportamientos sexuales en estas edades, que marcarán este aspecto de sus vidas a largo plazo. Es esencial considerar en esos roles, asignados y asumidos, cómo se expresan y se exige su cumplimiento desde el seno familiar, a partir de la condición genérica de adolescentes y jóvenes, pues ello tendrá -necesariamente- repercusión en las relaciones de pareja que establezcan en cualquier etapa de la vida. Justamente, la relación de pareja es otro de los espacios vinculares donde tiene lugar la satisfacción de diversas necesidades. Es considerada como un tipo de relación interpersonal que se establece entre 2 personas, con presencia de un vínculo afectivo; atracción recíproca en términos de aspectos físicos, psicológicos, sexuales y eróticos; el establecimiento de proyectos y metas comunes, relativa estabilidad y carácter selectivo; aunque esto se comporta de manera particular en uno y otro grupo, debido a las características psicosociales de cada período del desarrollo.

En la adolescencia, la vida amorosa adquiere especial importancia. El interés en las relaciones de pareja está más centralizado en aspectos físicos y sexuales que en los elementos afectivos que implica una verdadera relación amorosa. Estos vínculos tienden a ser inestables y con carácter experimental, lo cual sitúa a los adolescentes como grupo de riesgo para contraer infecciones de transmisión sexual (ITS), vivenciar embarazos no deseados, así como una maternidad y paternidad sin responsabilidad, lo cual repercute negativamente en sus planes y aspiraciones y, por ende, en sus trayectorias de vida.

Durante la juventud se comienza a pensar en elegir pareja para una relación íntima, más o menos prolongada o permanente, donde los lazos afectivos sean estrechos, en virtud de satisfacer una necesidad creciente de formar una familia propia. En esta elección intervienen varios factores como la identificación, la admiración por el otro, intereses y actitudes semejantes, estilos comunicativos afines, etc. La pareja debe crear formas de relación y comunicación satisfactorias y definir estilos de vida, rutinas e intereses, lo que implica que cada uno de sus miembros se modifique internamente para lograr una adaptación mutua, sin renunciar a su identidad.

Es menester considerar comportamientos que hoy están matizando las dinámicas familiares y de pareja en las que se involucran adolescentes y jóvenes. Estos se relacionan, a su vez, con fenómenos que caracterizan la realidad social, no solo de Cuba, sino también de otros contextos. Se advierte un inicio cada vez más temprano de las relaciones sexo-eróticas coitales; se asumen desde la adolescencia, sin la maduración biológica y psíquica necesaria, roles asociados a la juventud y la adultez. Paralelamente, acontece lo que se ha dado en llamar “síndrome de la autonomía postergada”, entendida como la dificultad que tienen los jóvenes para independizarse de su familia de origen. Cuando esto ocurre, se alteran algunos de los proyectos de vida de este grupo poblacional. Se aplazan eventos importantes que tradicionalmente han ocurrido en esta etapa del ciclo vital como la conformación del hogar propio, el matrimonio y la tenencia del primer, sino único hijo, con una repercusión poco favorable en los índices de fecundidad y reemplazo poblacional.

De cualquier manera, los adolescentes y jóvenes cubanos están vivenciando comportamientos y actitudes de alta implicación personal, familiar y social, que ameritan ser estudiados en función de identificar sus modos de interacción en las dinámicas que acontecen al interior de sus familias y relaciones de pareja.

MÉTODOS

Se utilizó un enfoque mixto de investigación, a partir de la combinación de técnicas cuantitativas (encuesta) y cualitativas (análisis documental, grupos focales, entrevistas a expertos). La información cuantitativa fue procesada mediante el paquete estadístico SPSS, versión 18.0, y triangulada con los contenidos resultantes de las técnicas cualitativas, a partir del análisis de contenido y la formulación de las categorías correspondientes. La muestra utilizada (1406 sujetos), calculada a partir de los datos del Censo de Población y Viviendas 2012, fue representativa por grupos de edades y zonas de residencias. Se consideraron, además, los enfoques de género y derechos.

Se sistematizó la información científica reflejada en los estudios sociales cubanos sobre adolescentes y jóvenes en los ámbitos de familia y pareja, complementada con entrevistas semiestructuradas a expertos de vasta experiencia en la investigación social, la docencia, la intervención y la clínica, en cuestiones de adolescencia, juventud, familia, relaciones de pareja y género.

Para la caracterización de los modos de interacción de adolescentes en torno a: relaciones afectivas, información/orientación y participación en los ámbitos de familia y pareja, fueron diseñados y aplicados 3 cuestionarios para adolescentes tempranos, (de 12 años a14 años), adolescentes (de 15 años a19 años) y jóvenes (de 20 años a 34 años), con subdivisiones etarias: (20-24, 25-29 y 30-34) años. Intencionalmente se recogió información en 6 provincias, 2 por cada zona geográficas: La Habana y Artemisa (Occidente); Ciego de Ávila y Camagüey (Centro) y Santiago de Cuba y Guantánamo (Oriente). La selección responde a: provincias con mayor población de adolescentes y jóvenes (La Habana, Camagüey y Santiago de Cuba) y provincias con mayor proporción de adolescentes y jóvenes respecto a la población total de sus territorios (Artemisa, Ciego de Ávila y Guantánamo). A excepción de La Habana, se seleccionaron zonas urbanas y semirurales.

Por su parte, los grupos focales fueron previstos como técnica complementaria; solo se aplicaron en las provincias con mayor población de adolescentes y jóvenes (4 en cada una de ellas) y en los grupos de edades de 12 años a 14 años, por el adelanto de algunos eventos, y de 25 años a 29 años, por la variación de acontecimientos tradicionales que ocurren en estos ámbitos en estas edades y que están siendo proyectados para edades más avanzadas.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El estudio base de este artículo fue estructurado en 3 partes. La primera de ellas 1 enfocada a la sistematización de investigaciones sobre adolescentes y jóvenes en los ámbitos de familia y pareja. La segunda parte 2 se centra en la caracterización de estos grupos, desde sus percepciones, edades y, en algunos casos, zonas de residencia. Para ambas miradas, es válido el llamado de atención de la investigadora Rosa Campoalegre:

“Hoy estamos transitando de un modelo tradicional patriarcal hacia un modelo emergente, con una mayor democratización de las relaciones familiares, que proyecta otros estilos de comunicación y desdibuja roles tradicionales, especialmente en la maternidad y paternidad, las relaciones de pareja y con los hijos. No ha sido establecido, no es un modelo que impera, sino que lucha contra todas las formas tradicionales de relaciones familiares heredadas del modelo patriarcal. Precisamente, la impronta de esta contradicción marca la emergencia de un nuevo modelo más democrático, dialógico, intergeneracional y que se afianza en cambios estructurales”. 3

Por último, como acción de intervención, se diseñó e implementó el programa de orientación “Aprendiendo a vivir en familia y pareja”, con adolescentes de La Habana y Santiago de Cuba.

En cuanto a la sistematización, fue examinada -desde una perspectiva crítica- una parte significativa de la producción científica nacional de finales del siglo XX y lo que va del XXI, 1 que tiene como poblaciones de estudio a los adolescentes y jóvenes en los ámbitos de familia y pareja. De igual forma, se exploró la articulación de estos grupos con otros espacios de socialización, los que contribuyen en su formación integral como seres humanos. Algunos aspectos a destacar son los siguientes:

El peso de las investigaciones acerca de la familia se concentra en las últimas décadas del pasado siglo. Por su parte, no se comportan de igual modo las realizadas en torno a las relaciones de pareja, las que se han llevado a cabo con mayor sistematicidad en el tiempo, aunque sin poner toda la intención en las dinámicas propias de adolescentes y jóvenes en ese ámbito. Sobresalen las investigaciones que pretenden la caracterización y comprensión de las dinámicas familiares y de pareja. Por lo que, la transformación de estas resulta una cuestión poco presente, sobre todo en los temas de familia. Vinculado a la sexualidad, es más notable el diseño e implementación de proyectos de intervención, con énfasis en la prevención de ITS/VIH-sida. No obstante, tanto para la convivencia en pareja como en familia, son escasos los recursos destinados con vistas a generar conocimientos, desarrollar habilidades y contribuir a comportamientos responsables en ambas esferas. De ahí que se revelen vacíos de información, que exijan ser tenidos en cuenta en próximos estudios sociales sobre estas poblaciones.

Desde el punto de vista metodológico, predominan los enfoques cuanti-cualitativos. Sin embargo, las investigaciones precisan trascender la sumatoria de las técnicas y lograr, a través de la triangulación, la comprensión integral de los fenómenos estudiados. No siempre se aprecia una visión multidisciplinaria de los aspectos tratados; prevalecen -en la mayoría de los casos- las perspectivas psicológicas, sociológicas y educacionales, pero sin la integración que ello amerita. Asimismo, tienden a generalizarse determinadas problemáticas a partir de situaciones encontradas en pequeñas poblaciones, hecho este que puede contribuir a una interpretación errónea de la realidad y a la toma de decisiones no coherentes con la misma.

En las investigaciones referidas al área de familia, generalmente se estudia cómo incide está en el comportamiento de los adolescentes, con énfasis en el modo en que cumple su función educativa. Sin embargo, para el caso de las poblaciones jóvenes (los mayores de 20 años), resulta limitado este tipo de investigaciones, de lo cual se infiere que es poco contemplada la influencia de la familia en la educación de este grupo etario. Por otra parte, se revela la permanencia de inequidades de género, desde el ejercicio de la función educativa de la familia para con sus miembros jóvenes, así como la reproducción por adolescentes y jóvenes de estereotipos sexistas, sobre todo en sus relaciones de pareja. Las inequidades de género se asocian a la violencia y a la discriminación. Ello exige de los diferentes agentes socioeducativos continuar trabajando por su eliminación. La familia tiene que ser priorizada en la sensibilización y capacitación, en tanto transmite normas, valores y patrones de comportamiento a su descendencia.

No menos interesante resultan los 2 últimos aspectos. Las particularidades de los jóvenes rurales y semirurales en estos ámbitos, apenas han sido estudiadas. Ello da cuenta de la necesidad de investigaciones que permitan identificar las especificidades de estas poblaciones, para el diseño e implementación de políticas más específicas, atravesadas por el eje territorial. En cuanto al enfoque de derechos, que concibe a adolescentes y jóvenes como entes participativos y transformadores de una realidad social, sobre todo de aquella relacionada con ellos, no siempre está presente en las investigaciones estudiadas.

La parte referida a la caracterización de adolescentes y jóvenes constituyó un estudio de campo que inquirió sus principales percepciones en los ámbitos de familia y pareja, sobre cuestiones trascendentes para sus vidas cotidianas y proyectos de vida. En este sentido, se tuvo en cuenta que entre los elementos que inciden en las particularidades de las familias se encuentran aspectos relacionados con su dinámica, estructura, funcionamiento, condiciones de vida, fase del ciclo vital por la que transcurre (formación, gestación, extensión, contracción, disolución), y variables sociopsicológicas específicas como normas, valores, límites, roles, espacios, hábitos de vida y comunicación.

De esta forma, se heredan aprendizajes, actitudes, representaciones que pasan de generación en generación e influyen en los procesos educativos, de individualización, de competencias, de autonomía y socialización. Por ello, la familia que crea el joven tiene mucho que ver con el funcionamiento de aquella de donde procede; cada grupo familiar construye su nueva realidad a partir de la deconstrucción de culturas personales y familiares de los miembros que la integran. 4,5

Como generalidad, e independientemente de su tipología, la familia continúa siendo valorada positivamente por estas poblaciones. Hay una alta convivencia con las figuras filiales, sobre todo con la madre, quien a su vez es reconocida como la mayor interlocutora con su descendencia. Aunque para los adolescentes, es necesario considerar la influencia de las amistades, pues es en este espacio donde ellos buscan satisfacer sus dudas, curiosidades y canalizar parte de sus emociones, distanciados de la opinión generalmente reprobatoria de los adultos. Por otra parte, aunque la mayoría refiere sentirse un miembro importante de su familia, reconocen que no son siempre escuchados ni sus opiniones tenidas en cuenta. Ello revela que en el ámbito familiar en ocasiones se vulneran los derechos de adolescentes y jóvenes asociados a la libertad de expresión, decisión y participación. La comunicación, los niveles de participación y las relaciones afectivas que se configuran en el escenario de las familias inciden de manera notable en la vida de sus miembros jóvenes. De ahí la necesidad de identificar y contribuir a modificar aquellos modos de interacción que puedan potencialmente afectar el desarrollo integral de las poblaciones adolescentes y juveniles.

Lo explorado acerca de la sexualidad demostró que la familia se muestra desorientada acerca de cómo abordarla con los más jóvenes. No siempre se comprende que ellos sean sexualmente activos y, menos aún, que tengan el derecho de serlo. Para los adultos, evitar los riesgos de una relación sexual desprotegida en los jóvenes es una de las preocupaciones fundamentales, de ahí que se emitan mensajes para propiciar comportamientos responsables, pero casi siempre se elaboran desde el riesgo y el temor. La maternidad y la paternidad responsables son temas poco abordados en la comunicación, aunque las diferencias por género denotan que las muchachas son socializadas, desde edades tempranas, para que asuman la responsabilidad de la maternidad como condición intrínseca del ser mujer. La mayoría de los sujetos se declara heterosexual, quienes se asumen homo y bisexuales, reconocen temor a expresar libremente su preferencia sexual por miedo a las reacciones familiares violentas, dadas por estereotipos y sentimientos homofóbicos aún persistentes en la sociedad.

Los jóvenes siguen privilegiando las uniones consensuales por encima del matrimonio tradicional, y la postergación de constituir familia propia es un hecho. Los planes en pareja se relacionan -para los adolescentes- con mantener la relación tal cual, mejorar la dinámica de pareja y vivir independiente. Los grupos juveniles se pronuncian por vivir independiente, tener un hijo, y casarse o unirse.

Hay un adelanto del inicio de las relaciones sexuales, sobre todo en los varones (de 12 años a14 años); el condón es el método anticonceptivo mayormente reconocido para la prevención de ITS y embarazos, aunque no los excluye de asumir conductas de riesgo; aún se acude al aborto y regulación menstrual como contraceptivo. Conductas que muestran ciertas particularidades en las adolescencias cubanas. Por ello, desde el MINSAP se enfatiza en los mayores desafíos actuales de la salud sexual y reproductiva: la elevada fecundidad en adolescentes, el excesivo uso del derecho al aborto más allá de lo deseado, fundamentalmente en mujeres menores de 20 años y la no reducción estable en la incidencia de las infecciones de transmisión sexual y el VHI-Sida. 6 Temáticas que merecen una atención primordial, así como el diseño de acciones que contribuyan a modificar tales comportamientos. A tales efectos, la elaboración de los estándares de calidad para la atención integral a la salud de los adolescentes es una contribución importante del MINSAP. 7

Por su parte, el programa de orientación, resultado del estudio, se sustenta en una visión educativa que trasciende el contexto escolar, con vista al desarrollo de habilidades en adolescentes y jóvenes para la vida familiar y en pareja, en coherencia con los principios y recursos técnicos que ofrece la metodología de la Educación Popular. Esta herramienta refuerza el valor del proceso educativo como construcción colectiva sin renunciar al rol del educador. Su implementación en las provincias seleccionadas, validó la pertinencia de la propuesta metodológica devenida de la investigación.

Conclusiones

La revisión y análisis de parte de la producción científica nacional en torno a adolescentes y jóvenes en los contextos familiares y de pareja, permiten afirmar que se estudian múltiples problemáticas relacionadas con estos grupos poblacionales, pero sin particularizar -suficientemente- en sus propias dinámicas. Este aspecto limita las posibilidades de comprender aquellas pautas de interacción que hoy acontecen en estos contextos y pueden propiciar la vulneración de algunos de sus derechos. Si bien no son solo adolescentes y jóvenes quienes conviven en familia y pareja, sí constituyen poblaciones que deben ser especialmente jerarquizadas; sobre todo cuando se trata de aprender o transformar modos de pensar y actuar en el terreno de la vida amorosa y la convivencia en familia. Estas edades manifiestan una sensibilidad particular por los cambios psíquicos y físicos que se producen y por el redimensionamiento social de la sexualidad, la relación de pareja y la formación de la familia propia.

Revelar los modos de interacción de adolescentes y jóvenes cubanos en torno a: relaciones afectivas, información/orientación y participación en los ámbitos de familia y pareja, con mayor énfasis desde las Ciencias Sociales, resulta necesario para la construcción y fortalecimiento de herramientas que tributen a una mejor articulación entre estos grupos y sus espacios de socialización. Considerarlos podría favorecer el diseño e implementación de acciones, programas y políticas más eficientes, a partir de las necesidades y expectativas más sentidas de las poblaciones adolescente y juvenil.

Agradecimientos

  • Queremos expresar nuestro agradecimiento a varias personas e instituciones: Adolescentes y profesores de la Secundaria Básica Carlos J. Finlay. Plaza de la Revolución; adolescentes y profesores de la Escuela Pedagógica Pepito Tey. Santiago de Cuba; Dra. Teresa Viera Hernández y Lic. Maylín Pérez Enríquez del Centro de Estudios Sobre la Juventud; MSc. Daylín Ortega Carulo del Centro de Estudios Demográficos, Universidad de La Habana. MSc. Yamilka Rodríguez Ramírez MINSAP. Santiago de Cuba; MSc. Maité Álvarez Roca de la Red de Investigadores sobre Juventud, Santiago de Cuba; MSc. Anette Jiménez Marata del ICIC Juan Marinello; Lic. Otane González Martínez de la ONDI; Fondo de Población de las Naciones Unidas; Casa Editora Abril.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
  • 1. Peñate AI, Semanat R, Risco del O. Sistematización de la producción científica nacional sobre adolescentes y jóvenes en los ámbitos de familia y pareja a partir del año 2000. La Habana: Centro de Estudios Sobre la Juventud; 2015.
  • 2. Peñate AI, Semanat R, Risco del O. Dinámicas de adolescentes y jóvenes cubanos en los ámbitos de familia y pareja. La Habana: Centro de Estudios Sobre la Juventud; 2017.
  • 3. Campoalegre R. Familias cubanas en transición: Enfoques, polémicas y desafíos. Chile: Ponencia presentada en el Coloquio Internacional de Familia; 2012.
  • 4. Peñate AI, Semanat R, Risco del O. Adolescentes y jóvenes cubanos en los ámbitos de familia y pareja. Sistematización de una experiencia. La Habana: Editorial Abril; 2020.
  • 5. Peñate AI, Semanat R, Risco del O, Elías A, San L. Las relaciones de pareja y familia en los jóvenes. Apuntes de su comportamiento en Cuba. Revista Estudio 12. La Habana: Centro de Estudios Sobre la Juventud; 2017. 27-37 p.
  • 6. MINSAP. Guía de actuación para los servicios de planificación familiar. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2018.
  • 7. MINSAP. Manual para la atención a la salud sexual y reproductiva en la adolescencia. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2019.
Historial:
  • » Recibido: 02/06/2021
  • » Aceptado: 15/09/2021
  • » Publicado : 01/11/2022


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